HOMILÍA DE NAVIDAD 2025
Hoy es Navidad, hoy estamos
celebrando que Dios hizo uno de nosotros. Lo que hemos escuchado en el
evangelio, cuando San Juan nos dice que la palabra de Dios se hizo carne y
habitó entre nosotros. Esto es la Navidad. La Navidad no son las luces o los
personajes como Santa Claus o los Reyes Magos, o los arbolitos. Tampoco son los
regalos, las comidas, o necesariamente las reuniones de familia.
Lo más importante es que Él ha
puesto su tienda entre nosotros, y eso da sentido a todo lo demás. Eso da
sentido al hacernos regalos. Nos hacemos regalos porque queremos compartir con
alguien algo importante o estamos festejando algo importante. Hay muchas luces porque
las luces nos hablan de la alegría porque algo importante que está pasando. ¿Y
qué es lo importante que está pasando? Que Dios se hizo uno de nosotros, que
Dios quiso ser un niño, que Dios quiso ser recibido en los brazos de una mujer,
que Dios quiso ser mirado con ternura por los hombres: José, los pastores o los
magos.
Hoy que estamos celebrando que Dios
se hizo uno como tú. Y si Dios hizo alguien semejante a ti, es una señal de lo
importante que eres. Nadie quiere ser igual a alguien que no merece la pena
ser. Nadie quiere ser un derrotado, un miserable. Todos queremos ser personas felices,
que tenemos esperanza, ilusiones, el corazón pleno. Dios quiso hacerse uno como
nosotros, para decirnos todo lo que valemos, la gran dignidad que tenemos.
Y aunque a veces el pecado nos hace
indignos, Dios vino a recordarnos, haciéndose uno como nosotros, la grandeza
que nosotros tenemos: Tú puedes tener un corazón que ama como el corazón de
Dios. Tú puedes ser una persona que da tanta esperanza como la esperanza que
nos da Dios. porque Dios hecho hombre tiene nuestro corazón y es nuestra
esperanza.
Este amor tan grande de Dios por
nosotros es una invitación a que también nosotros nos podamos entregar a Él,
como hemos oído en el evangelio, para
que también nosotros podamos ser hijos de Dios. Para eso se ha hecho hombre
Jesús, para que también nosotros podamos ser hijos de Dios.
Si Jesús se entrega a nosotros,
para que nosotros nos podamos entregar a Él, es porque nos quiere decir que ahí
está nuestra felicidad, lo que nos hace plenos, valiosos, alegres. Nuestra
felicidad está en podernos entregar como Él se entrega a nosotros, en ser
generosos como Él es generoso con nosotros, en ser valiosos como Él es valioso
para con nosotros.
Aunque a veces nuestro corazón se
pueda sentir oscuro cuando vive cerrado sobre sí mismo, o se pueda sentir incapaz
de acercarse a él, el evangelio ha dicho que aunque las tinieblas no podían
recibir la luz, la luz brilló en medio de las tinieblas. Esto es también la
Navidad: la certeza de que, en medio de las tinieblas del mundo, de las cosas
que nos inquietan, nos preocupan, hay una luz: Es la luz de la esperanza que
Dios nos viene a traer.
Si Jesús quiso ser como nosotros,
es porque también nosotros podemos ser luz para los demás. ¿Y qué significa ser
luz para los demás? Luz para los demás puede significar, ser alguien que
aconseja, ser solidario con una persona, ser alguien que está al lado de quien
sufre, o dar un buen ejemplo en una situación difícil. Yo puedo ser luz para
los demás. Ese es el hermoso camino al que Jesús hoy nos invita.
¿Y esta luz de dónde me viene? Es la luz del amor de Dios que no
nos abandona, incluso aunque intentemos abandonarlo. Como escuchado en el
evangelio: vino a los suyos y los suyos no lo recibieron. Sin embargo, Él
estuvo ahí para que lo podamos recibir, para que lo podamos hacer nuestro
compañero y nuestro amigo, aunque a veces estemos intentando estar lejos de Él.
Jesús siempre intentará tocar nuestro corazón. Eso nos tiene que llenar a todos
de esperanza.
Les invito a que vivamos esta
Navidad siendo luz para los demás. Les invito a que todos podamos vivir esta
Navidad siendo generosos, siendo parte también de la cercanía de Dios a todos
los que nos necesitan y todos los que necesitan nuestra palabra de esperanza.
Hoy comienza un jubileo, es decir,
un tiempo especial en el que el amor de Dios quiere hacerse cercano a todos. Esta
Navidad del jubileo nos invita a que nos convirtamos en peregrinos de
esperanza, que llevamos la esperanza a la gente que nos encontremos.
Por eso vivamos esta navidad junto
a María. En María encontramos el testimonio más sublime de la esperanza, porque
a pesar de todos sus sufrimientos, mantuvo su confianza en Dios. María nos
recuerda que la esperanza no es un simple optimismo, sino una certeza basada en
la promesa de Dios. María en Navidad nos enseña esto. María es la que acoge en
sus brazos a Jesús y lo muestra a los pastores, y los pastores somos todos
nosotros. Como los pastores seamos semillas de esperanza, de paz, de alegría,
semillas del amor que nuestro mundo necesita, pues en este Jesús que nace, todo
puede ser orientado hacia lo mejor. Que esta Navidad del jubileo nos
convirtamos en capaces de hacer que la luz de la esperanza toque los corazones
de los demás, como aquella noche en la pequeña cueva de Belén. ¡Feliz Navidad!
6 comentarios:
Padre Cipriano Feliz Navidad ! Que el Ñiño Jesús que nos nació hoy lo llene de bendiciones. Gracias por esta reflexión en la que cada palabra, cada enunciado, cada párrafo es para meditar. 🙏🏻 🙏🏻
Muy felíz navidad padre
Felíz Navidad padre
Feliz navidad padre
Muchas gracias Padre Cipriano. Dios continué bendiciendo su camino. Muchas felicidades!!
Soy Yolanda Gama de Nieto
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