martes, 24 de diciembre de 2024

!!!FELIZ NAVIDAD!!!

 



HOMILÍA DE NAVIDAD 2025

 

Hoy es Navidad, hoy estamos celebrando que Dios hizo uno de nosotros. Lo que hemos escuchado en el evangelio, cuando San Juan nos dice que la palabra de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. Esto es la Navidad. La Navidad no son las luces o los personajes como Santa Claus o los Reyes Magos, o los arbolitos. Tampoco son los regalos, las comidas, o necesariamente las reuniones de familia.

Lo más importante es que Él ha puesto su tienda entre nosotros, y eso da sentido a todo lo demás. Eso da sentido al hacernos regalos. Nos hacemos regalos porque queremos compartir con alguien algo importante o estamos festejando algo importante. Hay muchas luces porque las luces nos hablan de la alegría porque algo importante que está pasando. ¿Y qué es lo importante que está pasando? Que Dios se hizo uno de nosotros, que Dios quiso ser un niño, que Dios quiso ser recibido en los brazos de una mujer, que Dios quiso ser mirado con ternura por los hombres: José, los pastores o los magos.

Hoy que estamos celebrando que Dios se hizo uno como tú. Y si Dios hizo alguien semejante a ti, es una señal de lo importante que eres. Nadie quiere ser igual a alguien que no merece la pena ser. Nadie quiere ser un derrotado, un miserable. Todos queremos ser personas felices, que tenemos esperanza, ilusiones, el corazón pleno. Dios quiso hacerse uno como nosotros, para decirnos todo lo que valemos, la gran dignidad que tenemos.

Y aunque a veces el pecado nos hace indignos, Dios vino a recordarnos, haciéndose uno como nosotros, la grandeza que nosotros tenemos: Tú puedes tener un corazón que ama como el corazón de Dios. Tú puedes ser una persona que da tanta esperanza como la esperanza que nos da Dios. porque Dios hecho hombre tiene nuestro corazón y es nuestra esperanza.

Este amor tan grande de Dios por nosotros es una invitación a que también nosotros nos podamos entregar a Él, como hemos oído en  el evangelio, para que también nosotros podamos ser hijos de Dios. Para eso se ha hecho hombre Jesús, para que también nosotros podamos ser hijos de Dios.

Si Jesús se entrega a nosotros, para que nosotros nos podamos entregar a Él, es porque nos quiere decir que ahí está nuestra felicidad, lo que nos hace plenos, valiosos, alegres. Nuestra felicidad está en podernos entregar como Él se entrega a nosotros, en ser generosos como Él es generoso con nosotros, en ser valiosos como Él es valioso para con nosotros.

Aunque a veces nuestro corazón se pueda sentir oscuro cuando vive cerrado sobre sí mismo, o se pueda sentir incapaz de acercarse a él, el evangelio ha dicho que aunque las tinieblas no podían recibir la luz, la luz brilló en medio de las tinieblas. Esto es también la Navidad: la certeza de que, en medio de las tinieblas del mundo, de las cosas que nos inquietan, nos preocupan, hay una luz: Es la luz de la esperanza que Dios nos viene a traer.

Si Jesús quiso ser como nosotros, es porque también nosotros podemos ser luz para los demás. ¿Y qué significa ser luz para los demás? Luz para los demás puede significar, ser alguien que aconseja, ser solidario con una persona, ser alguien que está al lado de quien sufre, o dar un buen ejemplo en una situación difícil. Yo puedo ser luz para los demás. Ese es el hermoso camino al que Jesús hoy nos invita.

¿Y esta luz de dónde  me viene? Es la luz del amor de Dios que no nos abandona, incluso aunque intentemos abandonarlo. Como escuchado en el evangelio: vino a los suyos y los suyos no lo recibieron. Sin embargo, Él estuvo ahí para que lo podamos recibir, para que lo podamos hacer nuestro compañero y nuestro amigo, aunque a veces estemos intentando estar lejos de Él. Jesús siempre intentará tocar nuestro corazón. Eso nos tiene que llenar a todos de esperanza.

Les invito a que vivamos esta Navidad siendo luz para los demás. Les invito a que todos podamos vivir esta Navidad siendo generosos, siendo parte también de la cercanía de Dios a todos los que nos necesitan y todos los que necesitan nuestra palabra de esperanza.

Hoy comienza un jubileo, es decir, un tiempo especial en el que el amor de Dios quiere hacerse cercano a todos. Esta Navidad del jubileo nos invita a que nos convirtamos en peregrinos de esperanza, que llevamos la esperanza a la gente que nos encontremos.

Por eso vivamos esta navidad junto a María. En María encontramos el testimonio más sublime de la esperanza, porque a pesar de todos sus sufrimientos, mantuvo su confianza en Dios. María nos recuerda que la esperanza no es un simple optimismo, sino una certeza basada en la promesa de Dios. María en Navidad nos enseña esto. María es la que acoge en sus brazos a Jesús y lo muestra a los pastores, y los pastores somos todos nosotros. Como los pastores seamos semillas de esperanza, de paz, de alegría, semillas del amor que nuestro mundo necesita, pues en este Jesús que nace, todo puede ser orientado hacia lo mejor. Que esta Navidad del jubileo nos convirtamos en capaces de hacer que la luz de la esperanza toque los corazones de los demás, como aquella noche en la pequeña cueva de Belén. ¡Feliz Navidad!

6 comentarios:

Delia Mier Diax dijo...

Padre Cipriano Feliz Navidad ! Que el Ñiño Jesús que nos nació hoy lo llene de bendiciones. Gracias por esta reflexión en la que cada palabra, cada enunciado, cada párrafo es para meditar. 🙏🏻 🙏🏻

Anónimo dijo...

Muy felíz navidad padre

Silvia Q. Zubieta dijo...

Felíz Navidad padre

Anónimo dijo...

Feliz navidad padre

Anónimo dijo...

Muchas gracias Padre Cipriano. Dios continué bendiciendo su camino. Muchas felicidades!!

Yolanda Gama de Nieto dijo...

Soy Yolanda Gama de Nieto