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DIAMANTES
Y ESPEJITOS
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DECISIONES
QUE NOS DAN VERDAD O MENTIRA
•
VIVIR
EN UN MUNDO COMPLEJO
•
la
Universidad es un cuerpo complejo,
•
muchos
ámbitos, estructuras, funciones, puestos, numerosos elementos,
•
que
no tienen todos la misma tarea
•
que
se coordinan para poder funcionar en modo eficaz, honesto, disciplinado y
ejemplar,
•
Y
todo, a pesar de las diferencias de origen, educación, formación, mentalidad de
sus miembros.
•
VIGILAR
EL CORAZON
•
por
este dinamismo, es necesario cuidarse y alimentarse de las motivaciones que dan
sentido a nuestro trabajo.
•
la
Universidad en todas sus dimensiones, no puede vivir sin tener una relación
vital, personal, auténtica y equilibrada con la misión que le da sentido.
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Vigilar
el corazón
•
Un
miembro de la universidad que no tiene la misión de la universidad
•
en
sus ojos y en su corazón,
•
en
el manejo de su tiempo y de su afectividad,
•
se
convertirá en un burócrata (un formalista, un funcionalista, un simple
empleado)
•
una
rama que se seca y muere lentamente y acaba por no servir, aunque funcione.
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El
estilo de vida desde la misión nutre y refuerza en el trabajo de todas nuestras
áreas como un solo equipo, pues el espíritu del bien nos une y el espíritu
maligno nos divide.
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EL
SENTIDO DE TODO
•
Sin
un sentido de vida no podemos hacer nada.
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EL
SENTIDO SE ALIMENTA DE
•
reflexión
personal,
•
análisis
de la propia profesionalidad,
•
renovación
de la propia inteligencia,
•
actualización
en las propias competencias,
•
cuidado
de la propia psicología y afectividad,
•
la
sanación de las relaciones con los demás,
•
y
la renovación de nuestra espiritualidad (por los sacramentos, la oración, la
Eucaristía y la reconciliación, el contacto diario con la Palabra de Dios y la
espiritualidad traducida en caridad vivida)
•
LA
FORMA EN QUE NOS VEMOS
•
Es
hermoso pensar en nuestro trabajo en la universidad como el trabajo que se hace
para ofrecer cada día un mejor servicio a la comunidad universitaria, a
nuestros jóvenes, a las personas que trabajan para nosotros, a nuestros
compañeros, a quienes nos coordinan o dirigen.
•
intentar
seriamente y cotidianamente ser alguien más vivo, más sano, más armonioso y más
unido en sí mismo y con la misión de la universidad.
•
LA
LEY DEL CRECIMIENTO
•
Todos
los equipos de diferente servicio de la universidad, están llamados
•
a
siempre mejorar en LO personal y en sabiduría
•
A
crecer en integración
•
Crecer
es fruto de la conciencia de lo débil y amenazante y de la decisión personal y
comunitaria de ir a mejor soportando pacientemente y con perseverancia el
proceso de crecimiento
•
Crecer
es responder a la llamada a vivir ‘según la verdad en la caridad, tratando de
orientar cada cosa hacia la misión
•
Los
espejitos y los diamantes
•
como
toda comunidad hecha de seres humanos, estamos expuestos a la enfermedad, al
mal funcionamiento, como al buen funcionamiento.
•
El
corazón se puede ver tocado por enfermedades y por tentaciones. Las primeras
que vienen del interior y las segundas que se originan en el exterior.
•
Analicemos
nuestro trabajo para la misión que nos congrega en la universidad, en el
servicio que estamos llamados a dar.
•
Los
cauces para este análisis se pueden hacer examen de conciencia de análisis de
los procesos interiores con los que nos conducimos.
https://goo.gl/forms/5TXqy6y2rikMNoTh2
•
Primer
espejo, sentirse “inmune” o “indispensable”
•
Compramos
espejos
•
Cuando
descuidamos los necesarios y habituales controles.
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Cuando
no generamos una sana autocrítica, dejamos de lado la actualización, y el
tratar de mejorarnos.
•
Cuando
Nos transformamos en reyezuelos que se sienten superiores a todos y no al
servicio de todos.
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Cuando
nos domina el narcisismo que mira apasionadamente la propia imagen y no ve la
imagen de Dios impresa en el rostro de los otros
•
Compramos
diamantes
•
cuando
reconocemos nuestras áreas de superación
•
Cuando
descubrimos que haciendo nuestra tarea estamos aportando el grano de arena que
se nos pide por los dones recibidos: ‘Somos siervos inútiles. Hemos hecho lo
que teníamos que hacer’ (Lc 17,10).
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Segundo
espejo, pensar que somos mejores porque nos ahogamos en trabajo
•
Compramos
espejos
•
Cuando
cambiamos lo que hacemos por lo que somos.
•
Cuando
nos llenamos de estrés y agitación.
•
Cuando
nos da miedo darnos tiempo a nosotros mismos porque podemos encontrar vacíos
que no estamos dispuestos a llenar.
•
Compramos
diamantes
•
Cuando
buscamos el equilibrio que nace de la eficiencia y de la eficacia
•
Cuando
tomamos momentos de recarga espiritual y física;
•
Cuando
aprendemos lo que enseña Eclesiastés que “hay un tiempo para cada cosa”
(3,1-15).
•
Tercer
espejo: permitirnos la ‘fosilización’ mental y espiritual.
•
Compramos
espejos
•
Cuando
poseemos un corazón de piedra que mira resentido el pasado (‘tortícolis
espiritual’.
•
Cuando
perdemos la serenidad interior, la vivacidad y la audacia y nos escondemos bajo
los papeles
•
Cuando
nos convertimos en ‘máquinas de prácticas’ y no en ‘seres humanos de sentido de
vida’.
•
Cuando
perdemos la sensibilidad humana necesaria para llorar con quienes lloran y
alegrarse con aquellos que se alegran.
•
Compramos
diamantes
•
Cuando
con realismo vemos siempre al prójimo, aunque no siempre podamos ayudarle en
sus necesidades,
•
Cuando
somos capaces de escuchar, con generosidad, magnanimidad, proactividad.
•
Cuarto
espejo: dejarnos llevar por la rivalidad y la vanagloria.
•
Compramos
espejos
•
Cuando
la apariencia, los colores de la ropa o las medallas honoríficas se convierten
en el primer objetivo de la vida
•
Cuando
nos permitimos ser hombres y mujeres que llenan la boca de palabras y vacían la
vida de obras.
•
Compramos
diamantes
•
Cuando
generamos comunión, dialogo, servicio, realismo.
•
Quinto
espejo: vivir en una esquizofrenia existencial.
•
Compramos
espejos
•
Cuando
vivimos una doble vida, fruto de la hipocresía típica del mediocre
•
Cuando
pensamos que licenciaturas o títulos académicos pueden llenar el vacío
existencial porque nos ensalzan ante los demás.
•
Cuando
perdemos el sentido de la misión porque nos limitamos a las cosas burocráticas,
•
cuando
perdemos el contacto con la realidad, con las personas concretas.
•
Compramos
diamantes
•
cuando
trabajamos en la congruencia y la coherencia,
•
cuando
hacemos constante referencia a nuestros valores y a nuestra conciencia,
•
cuando
volvemos a poner ante los ojos el valor de lo que en verdad cuenta en la vida.
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Sexto
espejo: Ser portador de chismes, murmuraciones y habladurías.
•
Compramos espejos
•
Cuando
comenzamos la pendiente del chisme pensando que siempre nos podemos detener
•
Cuando
la murmuración se acaba adueñando de la persona haciéndonos ‘sembradores de
cizaña’ (como Satanás),
•
Cuando
nos permitimos ser ‘homicidas a sangre fría’ de la fama de los propios colegas
y prójimos.
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Compramos
diamantes
•
cuando
hacemos de nuestras palabras una senda del bien hacer y del bien hablar.
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Cuando
valemos de verdad porque hemos descubierto el valor de los demás.
•
Séptimo
espejo: cultivar la falsa honra del otro
•
Compramos espejos
•
Cuando
manipulamos al jefe, compañero o dependiente esperando obtener su benevolencia,
•
Cuando
nos contagiamos de carrerismo y oportunismo.
•
Cuando
vivimos nuestra misión en la universidad pensando únicamente en lo que debemos
obtener y no en lo que debemos dar.
•
Cuando
nos permitimos ser Personas mezquinas, infelices e inspiradas solamente por el
propio egoísmo.
•
Compramos
diamantes
•
cuando
respetamos el lugar que cada uno tiene, le damos su valor en las decisiones,
pero nuestro servicio está orientado a la verdad.
•
Cuando
ejercemos la prudencia que siempre busca los medios mejores para hacer el bien,
•
Cuando
junto a la justicia y la fortaleza damos a cada uno lo que le corresponde y nos
mantenemos con caridad en la senda de la verdad.
•
CONCLUSION
Que los espejos no sean para nosotros motivos
de autosatisfacción,
sino lo que son en verdad,
caminos para descubrir los diamantes
que debemos tallar en lo mejor de nuestro
corazón.
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