martes, 17 de septiembre de 2013

LLUVIAS DE SOLIDARIDAD


De vez en cuando la naturaleza golpea y sorprende con su fuerza destructora, afectando nuestro modo de vivir y el ritmo al que estábamos acostumbrados. Hoy todavía se siguen notando los efectos de la tenaza de lluvias que nos trajeron Manuel e Ingrid golpeando ambas costas de la geografía mexicana. El agua que trae vida para los cultivos de nuestro país, esta vez también trajo destrucción en muchas comunidades, pérdidas humanas y pérdidas materiales. Las tragedias son siempre una llamada a la solidaridad con los afectados, y una invitación a mantener esta actitud con los que conviven con nosotros. La solidaridad es ser consciente de que sin el mutuo apoyo no se puede salir adelante y nos invita a salir al paso de las necesidades del otro. 
En el mes de la patria, la desgracia de un buen número de mexicanos nos hace pensar que, sin los demás, nosotros solos no podemos. Para ser verdaderos mexicanos y para que México pueda salir adelante, es necesario ser solidarios de cara a un destino común que construir. La felicidad a la que todos aspiramos no se obtiene sin el esfuerzo y el empeño de todos. 
Todos podemos ser solidarios en el hogar, en la colonia, en la construcción de un país mejor para todos y del que todos somos responsables. Nadie puede decir "a mi no me toca". Por medio de la Cruz Roja podemos acudir a los centros de acopio para llevar sobre todo víveres, artículos de higiene personal y para el hogar. Las desgracias del clima no han afectado solo a uno de cada cien mexicanos, nos afectan a todos y todos tenemos que estar dispuestos a no solo mirar por nosotros mismos, sino a contemplar lo que podemos hacer por los demás y con los demás.

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