viernes, 1 de enero de 2010

¡HOY NOS REGALAN UN AÑO!


Ayer en la noche nos dimos un abrazo para desearnos un feliz año 2010. El tiempo nos es dado para aprovecharlo y ni lo podemos anticipar, ni lo podemos recuperar. El tiempo que nos fue dado en el 2009 llega a su fin. Cuántas cosas prometimos en 2009 que ya son imposibles. Cuántas personas nos encontramos por ultima vez en el año que termina. Cuántas historias vivimos para aprender o para olvidar.
El año nuevo es como un cuadro sin pintar: ¿cuáles serán los protagonistas que lo ocupen? ¿cuáles serán las actividades que lo llenen?
Estas preguntas pueden cargar el alma de dudas y tentarnos a recurrir a amuletos, o conjuros para creer que no vendrán los males.
¿Cuál es el camino para el 2010? No sé. Pero tendremos dos piernas para caminarlo. Para el año nuevo no basta con proponernos las cosas. Hay que decidirlas. El futuro no se puede prever, pero la actitud para vivirlo se puede construir: con un corazón lleno de esperanza, con la fuerza de nuestra voluntad, con el espíritu abierto a la providencia de Dios, con el corazón generoso hacia los que nos rodean, de modo particular hacia los más necesitados.
Antes de empezar el 2010 podemos recordar aquella frase de El Señor de los Anillos: "no podemos decidir qué tiempo nos toca vivir, pero sí podemos decidir qué hacer con el tiempo que nos han dado". Y podemos mirarnos a los ojos, y tocar nuestro corazón, y exclamar con sinceridad: ¡Amigos, que Dios los bendiga! Feliz año 2010.

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