lunes, 26 de septiembre de 2011

VICTIMAS DEL ABORTO

En estos días se habla de la legalización del aborto en todo México. Los argumentos en un lado y otro, se afilan como espadas, unos para defender el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad, y otros para defender el derecho de un bebé a vivir. Usando calificativos de diversa especie los enemigos se presentan como irreductibles. Sin embargo ¿qué es lo que hay detrás de cada aborto? ¿Qué sucede en cada mujer cuando decide abortar? Normalmente no son madres desnaturalizadas, sino mujeres asustadas, que requieren un apoyo que no se les ofrece. Por eso son tan exitosas y tan importantes las organizaciones que ofrecen a estas mujeres apoyo económico, apoyo afectivo, e incluso la posibilidad de dar en adopción al hijo, que quizá no son capaces de tener a su lado. Una mujer que decide abortar es una mujer sola, que piensa que, eliminando la vida que tiene en su vientre, podrá salvarse de un problema. Hoy son conocidos todos los efectos de lo que se ha dado en llamar síndrome post-aborto con todas sus tristes consecuencias, (pesar y dolor, depresión , culpabilidad , tendencia a alguna adicción, agresividad, Incertidumbre afectiva, cambios hormonales que marcan alteraciones de orden físico, psicológico y emotivo, sentimiento de fracaso y otros problemas) pero sobre todo una: la mujer se queda más sola.  
La sociedad no puede enfrentar el problema del aborto solo con leyes. O deberían ser leyes que obligasen a la sociedad a dar a la mujer embarazada, no la salida del aborto, sino la solidaridad de una vida diferente ante los muchos problemas que enfrenta (sociales, familiares, psicológicos). Es necesaria una visión diferente. Si la problemática del aborto no salva los dos extremos, a la mujer y al embrión humano, entonces se pierden los dos. Decir que se salva a la mujer por eliminar al embrión humano, o hacer del embrión humano un arma contra la mujer es generar unas confusiones que no tienen salida. Hay que salvar a los dos, y la sociedad moderna tiene los medios para salvar a los dos. Las leyes deben hacerse tanto para ayudar a la mujer, como para proteger, en la situación de crisis, la vida del niño por nacer. No son correctos argumentos tan faltos de lógica, como que el embrión no es ser humano, ni las descalificaciones generales que hacen de la mujer una criminal. El derecho de la mujer es a una vida digna. Por otro lado, negar que el embrión humano sea un ser humano completo, aunque todavía no desarrollado, es negar una evidencia científica, al estilo de quienes en la edad media negaban que el mundo fuera redondo, o quienes afirmaban con Aristóteles que la mujer era un varón imperfecto.
Siempre cabe preguntarse el porqué determinadas leyes salen en ciertas épocas, o cual es la intención real de los que promueven estas iniciativas. Pero como en eso es imposible la evidencia científica, quedémonos en las certezas que si tenemos: Primera, una mujer embarazada sola siempre se verá tentada de abortar. Dos, el aborto, cada aborto, es un mal que debemos intentar evitar por todos los medios que respeten a la persona de la madre y al concebido. Tres el tema del inicio de la vida humana no es una cuestión de dogmática religiosa, sino de evidencia genética y científica al servicio de la dignidad humana. Cuatro, algo que no debemos olvidar: en cada aborto, no muere solo un producto (asi llaman al ser humano concebido), muere un ser humano en su cuerpo, queda herida una mujer en su alma y se lesiona gravemente a la sociedad en su equilibrio.

1 comentario:

Claudia Martínez Amparán. dijo...

Estamos de acuerdo.