El próximo día veinticinco de noviembre, la ONU nos propone celebrar el día en contra de la violencia hacia la mujer. Se trata de darnos cuenta de que los seres humanos no podemos ser usados como objetos, y que nadie tiene derecho a ejercer su violencia sobre ningún otro ser humano. Pero ¿por qué la mujer en concreto? Porque en nuestra cultura todavía es frecuente que la mujer sea objeto de violencia y que cada año mueran muchas mujeres a causa de la violencia que se ejerce en contra de ellas.
Por desgracia esta violencia se desarrolla en el seno del hogar. Las causas son varias, una mentalidad machista, una educación en la que la mujer es despreciada, una cultura caprichosa en la que se puede hacer lo que se quiera aunque eso implique el daño ajeno.
La violencia contra la mujer se realiza cuando se le priva a la mujer en cuanto mujer de su dignidad especifica, cuando se usa el cuerpo de la mujer como objeto de compraventa para otras cosas, como licores, coches, ropa, etc. cuando se ve el cuerpo de la mujer como un objeto de placer para satisfacer o desahogar el instinto sexual. Cuando se ve a la mujer y a la niña como un animal al propio servicio.
¿Podemos hacer algo contra esto? Creo que sí. Las leyes juegan un papel importante y la difusión de los medios es fundamental. Pero hay otra tarea. La tarea del reconocimiento de la dignidad de la persona de la mujer, no por su función de madre, o de compañera sexual, sino como ser humano. Una sociedad que considera el valor del ser humano por su utilidad no deja fuera la violencia. Una sociedad que no respeta toda la vida, cada vida, no deja fuera la violencia.
Promovamos el valor de cada vida con la que nos encontramos. Superemos el desprecio a cualquier ser humano con el que nos crucemos. Pongamos la dignidad por encima del instinto y acabaremos con la violencia hacia la mujer. Enseñemos a la siguiente generación que ningún ser humano puede levantar la mano a otro, aunque el otro sea anciano, niño, niña, bebé en el seno de su madre, o el otro... sea una mujer.
Por desgracia esta violencia se desarrolla en el seno del hogar. Las causas son varias, una mentalidad machista, una educación en la que la mujer es despreciada, una cultura caprichosa en la que se puede hacer lo que se quiera aunque eso implique el daño ajeno.
La violencia contra la mujer se realiza cuando se le priva a la mujer en cuanto mujer de su dignidad especifica, cuando se usa el cuerpo de la mujer como objeto de compraventa para otras cosas, como licores, coches, ropa, etc. cuando se ve el cuerpo de la mujer como un objeto de placer para satisfacer o desahogar el instinto sexual. Cuando se ve a la mujer y a la niña como un animal al propio servicio.
¿Podemos hacer algo contra esto? Creo que sí. Las leyes juegan un papel importante y la difusión de los medios es fundamental. Pero hay otra tarea. La tarea del reconocimiento de la dignidad de la persona de la mujer, no por su función de madre, o de compañera sexual, sino como ser humano. Una sociedad que considera el valor del ser humano por su utilidad no deja fuera la violencia. Una sociedad que no respeta toda la vida, cada vida, no deja fuera la violencia.
Promovamos el valor de cada vida con la que nos encontramos. Superemos el desprecio a cualquier ser humano con el que nos crucemos. Pongamos la dignidad por encima del instinto y acabaremos con la violencia hacia la mujer. Enseñemos a la siguiente generación que ningún ser humano puede levantar la mano a otro, aunque el otro sea anciano, niño, niña, bebé en el seno de su madre, o el otro... sea una mujer.
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