martes, 26 de junio de 2012

EUROCOPA: PASION O SUPERACION


Nos encontramos en la recta final de la copa europea de futbol. Tras  casi un mes de partidos, grandes equipos han ido quedando en la cuneta para dejar paso solo a los cuatro semifinalistas, entre los que el próximo domingo sabremos quién es el mejor del balompié en el continente europeo. Entre España, Alemania, Italia, o Portugal quedará el trofeo que se levante este domingo. Me pregunto si el deporte es solo pasión, emoción, gritos, o hay algo más. Si el deporte solo fuera un rato de gritos y de pasiones solo serviría para descargar adrenalina. Pero si consideramos el deporte como un reflejo de la vida humana, nos encontramos con que hay mucho para pensar. Detrás de cada equipo de futbol hay estrategia, lucha, superación... El deporte supone no solo la superación de un contrario, sino también la superación de uno mismo, porque el deporte pide estructura, disciplina, control, inteligencia. Además el futbol, como tantos otros deportes de equipo, implica cooperación, sacrificio por el otro, apoyo mutuo. Detrás de esos noventa minutos que dura un partido, hay muchas horas de entrenamiento físico y muchas horas de trabajo mental, para encontrar el mejor modo de aprovechar las propias cualidades, de superar los propios defectos, y de derrotar las cualidades del contrario, aprovechando sus carencias. Los espectadores desde las gradas saldrán contentos o tristes del resultado, según que su equipo favorito halla logrado o no su objetivo, incluso podrán decir con gran júbilo “ganamos”, pero en realidad los que ganaron fueron esos hombres que con cabeza y músculos, con inteligencia y resistencia, estuvieron bajando y subiendo durante todo el partido.

El deporte, lo sabemos, es una parábola de la vida. No basta la pasión, la emoción, el grito. Es necesario pensar, esforzarse, trabajar. El deporte enseña que el ser humano tiene que emplear lo mejor de sí para lograr sus objetivos. Que los frutos de la vida como los del deporte, no se pueden dejar al destino, a la buena suerte. Que en los encuentros de la existencia no se puede dejar a la improvisación, al enojo o a la simple cara bonita el modo de sacar adelante los problemas con los que nos enfrentamos.

Siempre que vemos un partido de futbol es espléndido emocionarse, pero también  existe la oportunidad de sacar lecciones respecto a lo que se hace o se deja de hacer en la vida. En el futbol no basta defender unos colores, ni siquiera el tener un historial. Como la vida, cada partido se juega en ese campo en ese momento. De su resultado al final no se puede culpar a la mala suerte. Cada partido es un ejercicio de responsabilidad humana de la que nadie se puede escapar. Así que disfrutemos el futbol, sobre todo cuando este nos da buenos espectáculos, y sepamos ser responsables para ganar la copa de la vida, en la que no nos podemos aventurar a perder. Porque en juego no está un trofeo de metal, sino el sentido de la propia existencia y a veces también el sentido de la existencia de aquellos de los que somos responsables. Está bien el empuje de la pasión, pero no perdamos de vista la responsabilidad en la superación.


(por cierto, cuando veas este video no te pierdas los grandes valores de este entrenador  http://www.youtube.com/watch?v=zKX7pcQiRaM)

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