BENEDICTO EN MEXICO, DIA DOS

La frenética actividad del día de ayer, al recibir al Papa en León Guanajuato, hoy parece tomar una pequeña pausa. Pero es solo aparente, pues el Papa dedicará esta mañana a actividades personales, entre las que sin duda habrá diversos encuentros de modo privado en su residencia oficial de estos días en México, en el colegio Miraflores. Luego, en la tarde, vendrá un nuevo movimiento intenso con la salida hacia Guanajuato, una hermosa ciudad que recuerda el pasado minero y que es sede de los poderes del estado de Guanajuato. Ahí será recibido por el gobernador del estado, recibirá las llaves de la ciudad y tendrá una entrevista con el Presidente de la República. En la tarde recibirá las llaves de la ciudad de León al inaugurar el asi llamado Puente Bicentenario que recuerda los doscientos años de la independencia nacional. Por eso, este día tendrá un marcado tono de visita de estado, algo que podría parecer tedioso, superficial, o mundano. Sin embargo, el tono de este día tiene varias lecturas. Una de ellas puede ser la presencia de la Iglesia como un cuerpo vivo en la sociedad civil y la responsabilidad que, por lo tanto, tienen los miembros de la comunidad católica, de construir una sociedad mejor, más justa, más honesta, más solidaria, más respetuosa de la dignidad de la persona, más preocupada por el justo desarrollo de sus diversas instancias. Otra lectura, es el mutuo respeto que la  Iglesia y el Estado como instituciones tienen que tenerse. Siempre habrá el riesgo de una teocracia, en la que el ámbito religioso invade las funciones del estado o de un cesaropapismo, palabra que significa que el estado toma el control de la vida religiosa y le quita su justa autonomía, dos defectos que aparecen de modo recurrente como una tentación, en vez de vivir según una justa autonomía de las diversas realidades. Finalmente, hay una tercera lectura que puede ser interesante: y es la presencia viva de la iglesia en las realidades humanas. La iglesia, al fin y al cabo, no es solo una estructura jerárquica, la iglesia es una realidad formada por personas que pertenecen a diversos ámbitos en su vida cotidiana, el ámbito espiritual, el ámbito político, el ámbito familiar. Y todos ellos deben armonizarse. Las palabras que hoy el Papa Benedicto pronuncie desde Guanajuato deberán leerse en estas perspectivas que les sugiero.

Después de este encuentro con el Presidente de la República y su familia, el Papa tendrá un encuentro con los jóvenes y los niños en la Plaza de la Paz, lugar que se ubica en el centro de la ciudad. Cuál sea el tono de su discurso, lo podremos deducir de lo que el Papa ha venido diciendo a los jóvenes de modo consistente en su pontificado: que sean auténticos y que se abran a los valores que Cristo les ofrece para llenar de sentido su vida. Este mensaje no es solo protocolario, como cuando un jefe de estado se encuentra con unos jóvenes que le ofrecen flores. Este mensaje es muy importante para la juventud de México y de toda Latinoamérica. Una juventud que ha visto desaparecer como por arte de brujería, tantas esperanzas delante de ella, a causa de la profunda crisis social y económica que estamos viviendo. Una juventud que se enfrenta a los retos tecnológicos del mundo moderno y a la necesidad de dar sentido y valor a sus acciones. Una juventud que no tiene tan claras las estructuras interiores que tiene que construir, ni las estructuras exteriores en las que tiene que creer. Oír al Papa este día será por lo tanto de mucho interés para el actual momento de nuestra sociedad, a la que, sin duda, su palabra volverá a llenar de esperanza.