sábado, 28 de enero de 2012

SOMOS TU FAMILIA: "INTERNET Y FAMILIA: UN RETO, UNA REALIDAD"

“La sociedad de la Información” Ese es el nombre que ha otorgado la Organización de Naciones Unidas (ONU) a nuestra sociedad actual. En la actualidad la sociedad se comunica a través de los medios y el hipertexto, ¿qué es esto? Nada menos que los medios de comunicación como la televisión, el radio, los periódicos, y también a través de las computadoras, celulares y el Internet. Hasta hace algunos años, el acceso a las tecnologías no representaba más que una ventaja para unos cuantos; hoy es una necesidad en muchas familias. Los padres que se preocupan por darle la mayor cantidad de oportunidades a sus hijos que se enfrentan a un mundo laboral cada vez más exigente y competitivo, buscan por todos los medios brindar a sus hijos todas las herramientas que pudieran darles ventajas sobre otros para así poder “asegurar” su bienestar en el futuro cuando sean adultos “responsables y autónomos”. Es esta inquietud y buena intención por los padres que quieren “lo mejor para sus hijos”, o por la misma curiosidad independiente de los hijos que buscan la forma de acercarse a la tecnología, que se ha ampliado la llamada “brecha digital”, es decir los espacios entre padres e hijos que muestran una gran desigualdad. Por desgracia esta desigualdad no solo se da entre padres e hijos, sino en todos los estratos de nuestra sociedad.
Las causas de la aparición de esta brecha son diversas, y pueden ser sociales donde las personas que son mas “avanzadas” son las que se incorporan con mayor rapidez a las tecnologías, o que las personas con mas nivel educativo tiene más contacto con ellas, o que la información se encuentra siempre mas disponible en otro idioma (inglés), o las personas que viven aisladas (por ejemplo en pueblos lejanos), e incluso el género y la edad. Todas estas causas van ampliando las distancias entre una misma sociedad que va aislando y desconociendo a los miembros de su comunidad que no se haya acercado a estas herramientas. Sin embargo, en un mundo que nos reclama la preparación, que no nos espera para ver si estamos dispuestos o no, que nos grita que el presente es distinto porque nuestra forma de comunicarnos también ha vivido una evolución, es nuestro deber aprender a utilizar la tecnología.
Todos aquellos que no nacimos con la tecnología, somos los llamados “inmigrantes digitales”, que ha conocido (aunque no lo recuerde) un mundo donde los medios no tenían la importancia que tienen ahora. Todos nosotros en ocasiones seguimos asombrados por cuánto ha cambiado el mundo, y nos resistimos a hacernos esclavos de herramientas que muchas veces no sabemos cómo existen, pero lo importante no es si queremos o no ser parte de la era de la tecnología, porque de hecho ya lo somos y lo que generamos rechazando esta situación es solo ampliar la brecha que hay entre la sociedad actual, la futura y nosotros. Los padres se encuentran en una situación en ocasiones complicada, y es que cada vez es más difícil comunicarse con sus hijos. Los cuerpos de ellos están ahí, pueden verse, se les puede hablar, pero no nos ven, no nos escuchan, porque están sumergidos en un mundo que resulta tan cautivador que les resulta imposible notarnos. No pensemos mal de ellos, no es que no quieran vernos, es que no pueden, y ni siquiera hablamos su mismo idioma.
Las generaciones que han nacido con la tecnología cuentan con grandes ventajas como el hecho de poder realizar muchas tareas al mismo tiempo y de manera increíblemente rápida. Pero como todo, esto también tiene un costo, ya que la atención es mas dispersa y la capacidad de concentración en un solo quehacer se dificulta. Se puede llegar a perder el límite entre el mundo real y el virtual, y estamos comenzando a crear sociedades histéricas que no soportan que las recompensas se tarden, que requieran de trabajo construcción y esfuerzo (porque en Internet todo es inmediato), y donde los castigos no existen. Sin mencionar el verdadero problema, que es que cada día aumenta la incapacidad de relacionarnos de manera directa con las personas. La familia hoy tiene varios retos que asumir: garantizar el acceso a las tecnologías, lograr que los “inmigrantes digitales” se acerquen a este mundo de información que se presenta para evitar su aislamiento, el uso cotidiano, equilibrado y responsable de las tecnologías, y sobre todo, crear en nosotros y en los miembros de nuestra familia una actitud crítica ante todo lo que se “asume” como “verdad” en Internet, lo cual es tarea única de los padres, quienes ahora deben prepararse para ser guías también en un mundo virtual ante el cual no deben sentir miedo si las bases de la familia son fuertes y están formadas sobre valores indestructibles que lleven a la realización de la persona.
(Colaboración escrita por MARIANA DIAZ)


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