El pasado lunes se llevó a cabo en el Auditorio nacional el concierto de gala de la orquesta esperanza azteca. Un evento maravilloso tanto por la belleza de la música interpretada, como por lo que implica el proyecto que se encuentra detrás de esta iniciativa de Grupo Salinas y de Fundación azteca. En México hay 52 orquestas en formación que integran a unos doce mil niños en el proyecto de hacer que la música sea más fuerte que la desesperanza. A veces olvidamos que el ser humano necesita de algo más que cosas materiales para desarrollarse. Nos olvidamos que una de las facetas que mas mueve al ser humano es la belleza y que eso permite al ser humano dar lo mejor de sí. la música es el lenguaje universal de la belleza, capaz de unir entre sí a los hombres de buena voluntad en toda la tierra y de hacer que se abran al Bien y a la Belleza. El arte expresa al ser humano y al mismo tiempo el arte eleva al ser humano. De poco serviría un arte que no busque hacernos mejores a través de la percepción de la belleza en cualquiera de sus formas. Este proyecto musical fomenta en niños y jóvenes principalmente de escasos recursos valores como la autoestima, la solidaridad, el trabajo en equipo, la constancia, y la apreciación por la belleza, haciéndolos capaces de dar una respuesta asertiva positiva ante los riesgos de la crisis económica, las drogas, la delincuencia y la pobreza cultural. Si queremos formar una mejor patria tenemos que hacer mejores personas, no solo tener mejores políticos o mejores lideres sociales y religiosos. Son las personas las que hacen mejor el país y un proyecto como el de la orquesta esperanza azteca lo logra educando las mejores cualidades humanas de sus miembros.
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