jueves, 13 de octubre de 2011

COMPARTIENDO... (ARMANDO FUENTES AGUIRRE)

"Fagamos una iglesia para que los por venir nos tengan por locos". Así escribieron los prebendados que firmaron el auto de construcción de la catedral de Sevilla. Locos estaban, en efecto, locos de Dios, los hombres que erigieron aquellas antiguas catedrales cuyas agujas se elevaban como indicando el camino a las alturas.
Me pregunto si los hombres que vivimos ahora, o que pasamos por la vida sin vivirla, hemos perdido el rumbo, y en vez de buscar la trascendencia nos extraviamos en las intrascendencias de la rutina diaria.
Quisiera estar frente a una de esas catedrales, predicadoras de piedra, para sentir el ansia de lo eterno. Sólo así podré ser fugitivo de esa forma de fuga que se llama lo fugaz.
¡Hasta mañana!... martes 11 de octubre de 2011,

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