lunes, 7 de marzo de 2011

dia de la familia: responsabilidad, tesoro, arma, reto

Ayer se celebró en México el día de la familia. Esta evocación como todos los años une a la sociedad civil en la conmemoración de la familia como una realidad que no se debe dejar pasar desapercibida. Sin embargo, el mundo que nos rodea tiende a olvidarse de la familia, es como algo que tienes tan encima que ni siquiera lo ves. La familia es una realidad de la que nadie se puede desprender, por mucho que digamos que la sociedad moderna ha hecho evolucionar a la familia, realimente lo que ha hecho ha sido ofrecer nuevos modos de convivencia pero la familia es algo absolutamente imprescindible, algo de lo que la sociedad no puede renunciar si quiere seguir siendo humana. El día de la familia sobre todo es una llamada a la responsabilidad de los padres de familia para no permitir que los lazos familiares se vengan abajo en medio de esta sociedad que fomenta el individualismo por todas partes. La responsabilidad de los padres es su gran tesoro y su gran arma. Y al mismo tiempo es su gran reto.

Uno de los problemas más fuertes de la familia actual pasa por la lejanía que la sociedad impone a los padres respecto a los hijos. Por supuesto que los padres no son perfectos y que siempre han tenido defectos a la hora de educar. Pero hoy día es impresionante la soledad con la que crecen los jóvenes y la impotencia de los padres para remediar esa soledad. Las demandas del trabajo fuera de casa, tan necesarias por otra parte debido a la compleja situación económica, la cantidad de información que los medios de comunicación filtran al hogar por cada vez más ventanas, la cantidad de criterios que esa información deja caer en la mente de los muchachos, son novedades que la sociedad plantea como dificultades a los padres de familia. Y el problema está en que ellos no se encuentran en casa, van muchos pasos atrás de los hijos, siempre se sorprenden ante el último aparatejo que los hijos manejan a la perfección y siempre les faltan respuestas ante la última frase que los niños se aprendieron de la tele. Por eso la responsabilidad de los padres de familia en este momento implica una mayor exigencia para ellos, pues tienen que vencer no solo el cansancio del trabajo diario, sino también el cansancio psicológico de estar en una tensión educativa para ir por delante de los hijos.

Ahora bien eso no se construye de la noche a la mañana. Es toda una estructura de vida en que los padres tienen que ir trabajando no solo cuando los hijos son bebés, que entonces es muy fácil. Sino también cuando los hijos comienzan a pensar por su cuenta, y se convierten en un interesantísimo reto educativo que reclama una mejor formación por parte de los padres, una mejor preparación, lo cual es muy bueno, pues eso eleva a la sociedad precisamente desde su célula fundamental a ser una mejor sociedad. El día de la familia, que se alarga a todo un mes dedicado a la familia, es una oportunidad para que los esposos se sienten y se pregunten cómo ven a su familia, que están haciendo con el hogar que tienen entre manos. El día de la familia que celebramos ayer, nos invita a no tener miedo ante la sociedad tan compleja que nos cuentan los periódicos, que vemos en nuestras calles, que percibimos en nuestros vecinos. El día de la familia nos invita a creer que podemos poner nuestra parte y que afortunadamente esa parte comienza y fructifica en cada una de nuestras casas

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