jueves, 24 de febrero de 2011

EL CONVENTO DE SHAKIRA

Me llega una nota en la que se dice que Shakira se va a recluir en un convento. En ese momento se me caen los lentes. Y ya que los he recogido, leo que lo que sucede es que, según la nota, con motivo de su cumpleaños, la “wakacantante” quiso darse un espacio espiritual y buscó un ambiente adecuado. Luego también me di cuenta de que realmente no es un convento, sino la casa de un nadador que se llama David Meca y que la compró para estar cerca de su novio, el jugador del Barcelona, Piqué. Quizá la gran noticia no es que Shakira se vaya a un convento. Eso es solo material de prensa rosa. Lo que sí lo puede ser noiticia es que en una entrevista reciente le preguntaron ¿A qué le pides ayuda? Y ella respondió : A la Fe. Yo si creo. La gran noticia es que la dimensión religiosa del ser humano sea algo que siempre brota, que siempre se hace presente. Lo significativo es que también los artistas necesiten lo espiritual. Estamos acostumbrados a ver en ellos, solo lo físico, lo corporal, sus habilidades de baile, sus capacidades actorales. Rara vez vemos su interior, lo que los hace personas humanas de valía y no simples técnicos en reproducción de la voz o en pasos de baile acrobático.

En una civilización tan utilitarista como la que vivimos, un artista nunca debe olvidarse de sí mismo, de la verdad de sí mismo, la que se vive de modo especial cuando no está en un escenario. Lo fundamental es que la persona (sea cual sea la profesión que desarrolla) no pierda las dimensiones que la hacen ser ella misma. Y una de esas dimensiones es la dimensión espiritual, que nos hace trascendentes. No siempre por caminos que podríamos llamar institucionales, o convencionales, no siempre por los caminos de la religión que a lo mejor a mí o a muchos nos gustaría, algunos de ellos dan pasos hacia elementos que tienen que ver con la espiritualidad de su vida, la de ellos, la que se enciende cuando se apagan los escenarios. Normalmente, no les es fácil hacerlo y suelen buscar cosas simples, algunas ligadas más con elementos de superstición, como colgarse cosas o hacer gestos externos, pero otras veces muestran una verdadera ansia de algo más profundo. Esto les lleva a ahondar en la dimensión espiritual en la que han sido educados, en el caso de Shakira, la dimensión católica. Si encuentran un buen guía espiritual, el camino se les hace más fácil, pero malo cuando caen en manos de quienes buscan su dinero, o la fama que da el estar en contacto con un personaje famoso.

Con todo me atrevo a decir que lo importante no es que estén apuntados en una u otra lista, sino que no pierdan su trascendencia, que no pierdan la seguridad de que no están solos en esta vida, de modo especial cuando ya no suenen los aplausos. La dimensión religiosa está escrita en el ser humano de modo imposible de borrar. Se pueden cambiar las formas, pero no los contenidos ni los fines. A veces la vida desvanece ciertas prácticas, que se identifican con tal o cual religión, pero el ansia de trascendencia, de purificación, de redención, de Alguien que dé sentido al corazón humano, no se puede suprimir. Quienes viven en el espectáculo pueden parecer superficiales, pero no lo son, son tan profundos como cualquiera de los demás seres humanos. Necesitan lo mismo que tú y que yo. Sus caminos pueden ser muy raros, muchas veces muy tristes, muchas veces son senderos que pueden parecer incorrectos. Pero, aun así, son los renglones torcidos con los que Dios no deja de escribir derecho cada una de nuestras vidas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se me hizo muy interesante, su artículo sobre esta artista, creo que Dios siempre esta presente en todos, sobre todo que el respeto que nos da a cada uno es perfecto pudiendo experimentar la libertad de vivir cada quien la vida propia, por eso en vez de estar juzgando, criticando deberíamos de ver la parte positiva que todos tenemos, ya que en ella siempre se refleja el rostro de Dios, solo hay que acordarnos de nuestros talentos y que si realmente somos cristianos comprometidos y como tal nuestro ultimo fin es llegar con Dios, debemos entender las oportunidades tan diferentes que tenemos cada uno y ser siempre puentes para llegar a la verdadera trascendncia.