viernes, 26 de noviembre de 2010

MI AMIGO HARRY POTTER

La última entrega de Harry Potter ha suscitado comentarios de todo tipo. La mayoría de ellos destacan que se trata de un film oscuro, con tonos de pesimismo y tragedia griega: obviamente, no es un tema para niños. Las reliquias de la muerte tiene un momento o dos de superficialidad, pero es sombrío y en ocasiones asustador, y en conjunto bastante oscuro. La oscuridad es conveniente para la gravedad de la historia, pero en el caso de que los papás no estén conscientes, las reliquias de la muerte no es paseo divertido para toda la familia (Crosswalk.com).Asimismo, Luca Pellegrini en Radio Vaticano criticó que en la película los protagonistas tengan que enfrentarse no sólo a enemigos poderosos, sino también a sus tentaciones, divisiones e inseguridades. Coincido en la descripción, pero no en las conclusiones. Porque Harry Potter no es sólo una novela para niños. Harry Potter es un compañero para el paso de la niñez a la adolescencia. Desde el primer libro, Rowling propone una guía para que los jóvenes tengan referencias a la hora de enfrentar tan complicada etapa vital. Y esto se repite en esta última entrega.

Yo no soy crítico de cine, pero cada vez que reflexiono en la película se me hace más interesante. Y permítanme ponerlo de la siguiente manera. Las Reliquias de la Muerte siguen la trama de los dos libros anteriores en los que Harry no solo se defiende del mal que Voldemort busca imponer en la sociedad, sino que toma un papel activo, responsablemente heroico, ante el mal. En este papel se ve acompañado por sus amigos y también acompañado por su naturaleza humana, su psicología, su afectividad, su personalidad. Un gran logro de la obra es que el héroe es valiente, tiene ideales, pero sobre todo es humano. Harry nunca se despega de su realidad: ser un adolescente de unos dieciocho años, que tiene que tomar decisiones acordes a su escala de valores.

Esto es más que magia, esto es libertad y responsabilidad. Las decisiones humanas no son mágicas, no se llevan a cabo de modo suave. Tampoco las de Harry Potter. Las decisiones tienen consecuencias, son dolorosas, ponen en tensión de modo real a la persona que las vive. Por eso se generan intranquilidades, por eso se generan miedos, por eso se generan frustraciones. Como en la vida misma. Como en la vida misma, nunca sabes si el que se presenta como amigo lo es, o está al servicio del mal, como en la vida misma, te duele dañar a los amigos como consecuencia de tus decisiones, como en la vida misma, te sientes impotente ante el difundirse del mal, de la corrupción del alma, de los intereses torcidos, de las psicologías superficiales.

¿Qué es lo que queda? Queda la amistad, la amistad verdadera, la que pasa las pruebas del tiempo y de las miserias mutuas. Esa es la victoria sobre el mal. Es lo que dijo Jesús a los suyos cuando iba a la muerte: Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por el amigo. Y aquí todos los amigos se juegan el tipo por el otro. Harry, en el Ministerio de Magia, se arriesga por Ron y Hermione, misma que se juega el tipo por sus compañeros masculinos cuando es torturada. Ron se vence a sí mismo, comido por los celos, para ayudar a Harry y Hermione. Y en el momento final de la película, Dobby se sacrifica a favor de los amigos escapados de la casa de los Malfoy.

El lenguaje fílmico de las dos escenas finales es un icono contrapuesto. Harry y sus amigos entierran sin magia, en una escena llena de ternura, a Dobby, que ha muerto por ellos diciendo unas palabras finales preciosas: qué hermoso es estar con mi amigo Harry Potter. Mientras, Voldemort violenta la tumba de Dumbledore para robar la varita mágica que es una de las Reliquias de la Muerte. Unos, al enterrar un cuerpo, redescubren su amistad y abren el mundo a la esperanza. El otro, al desenterrar un cuerpo, se encuentra cada vez más solo con su egoísmo y se cierra a sí mismo el camino de la esperanza. Pero cómo se llega a esto, es motivo de otra historia, es motivo de la parte segunda de las Reliquias de la muerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusto mucho, todo esto es muy cierto y creo que todos lo deberíamos tomar en cuenta

Jimena Dominguez