lunes, 13 de septiembre de 2010

VIVA MEXICO: SUPEREMOS CONTRADICCIONES

Los días que celebran nuestra independencia empujan a grandes alegrías, pero también dirigen la mirada a todo lo que se ha dejado de hacer. Pues, aunque la historia de México está llena de grandes logros sociales, humanos, culturales, también son muchas las decepciones, en grandísima parte debidas a la corrupción o a las ambiciones de los hombres que tenían el compromiso de llevar adelante los procesos de nuestra sociedad. Nuestros desengaños históricos son también debidos a la falta de formación adecuada para asumir las responsabilidades que se veían necesarias. Otras raíces de estos fracasos son los prejuicios hechos actitudes o tendencias en las decisiones concretas que se habían de tomar. Baste pensar en cómo se frustró el proceso de independencia, para acabar en una situación insostenible en el imperio de Iturbide, o reflexionar en el proceso que llevó a la consolidación del porfiriato, o en los intereses que desviaron la revolución, o en las rencillas mezquinas que impiden que el actual proceso de transición a la democracia sea mucho más vigoroso.

Esto nos habla de que la historia de un país no está hecha de líneas rectas, como nos lo suele presentar un libro de texto, ni de moldes fijos, como lo podemos ver en un cuadro heroico. La historia de un país está hecha de vicisitudes, ambiciones, trasfondos, intenciones, éxitos y fracasos que los seres humanos colocan sobre el tablero de sus acciones. Así se configura un mosaico que, visto en perspectiva, permite establecer el curso de la historia. La historia son logros, errores, omisiones, acciones, negligencias, desvelos, imprudencias, sabias decisiones, con que el ser humano va plasmando en la vida propia y de la sociedad con la que interactúa. La historia de México, como tantas otras, no escapa a esta problemática.

Pero tenemos que añadir una cosa: a todas estas realidades de fragilidad humana le hemos añadido un elemento mítico, que distorsiona los hechos que han ido configurando el país. Ya desde el mito del águila subida sobre el nopal, se nos presenta velada la identidad mexicana, oscuridad que se confirma por la destrucción de los archivos de Texcoco, por motivos ideológicos, a cargo de Tenochtitlán. A ello podríamos añadir otros mitos hechos héroes nacionales como el Pípila, el niño artillero, o los niños héroes de la guerra contra Estados Unidos.

Tenemos un problema serio para enfrentar la verdad, para expresar la verdad, para asumir la verdad. Tendemos a explicar con mitos lo que son eventos de libertad humana y lo hacemos simplificando la compleja realidad, reduciéndola a una estampa que informa, al tiempo que impide, entrar en la verdad de ese evento. Recientemente, serios investigadores, cronistas, historiadores, se han dado a la tarea de reflexionar sobre si lo que durante años nos enseñaron, sucedió y sucedió como nos lo enseñaron, y por las razones que nos enseñaron. Por desgracia muchos de nuestros compatriotas quedarán ajenos a este conocimiento, pero es un esfuerzo serio por hacer luz, y así entendernos mejor, al entender los orígenes de nuestra identidad. Mientras no hagamos luz sobre nuestras raíces, y establezcamos los hechos como fueron, nuestras conclusiones y nuestras decisiones corren el riesgo de estar minadas en su fundamento.

Siempre amaremos a México con sus contradicciones, sus defectos y virtudes. Pero no podremos conformarnos con que se quede en sus fragilidades. De otro modo sería un muy pobre amor a México y estaría vacío el grito que resuena a lo largo del país ¡Viva México!

(Agradezco al gran humorista Calderón el atinado cartón de este domingo 12 de septiembre de 2010 en el periodico Reforma)

2 comentarios:

juanbpg@hotmail.com dijo...

Muy bueno tu artículo. Totalmente de acuerdo contigo.
Y encajando un poco la uña, viendo el conocimiento claro de varios asuntos bicentenarios que tienes, te pediría que pudieras incluir una breve relación de esos autores que comentas han comenzado a desentrañar la verdad más allá de los mitos.
Para los culturalmente imberbes como tu servidor y que contamos básicamente con Sanborn's University para conocer los best sellers literarios, me gustaría salirme de la charlatanería que se imprime a millares, para leer algo que no busque relacionar a Juárez con alguna secta satánica.
Te mando un saludo y seguimoa en contacto.

Ana Rosa dijo...

Nuestro querido México, nuestra querida Patria, está llena de defectos e imperfecciones, como todos nosotros los que la conformamos, pero aún así la amamos. No un amor conformista y ciego que diría que no hay nada por mejorar, sino un amor real y activo que busca día a día aportar su pedacito para que este querido país salga adelante de los retos que cada día se le presentan.
¡Viva México!

Un abrazo.