Esta semana los supersticiosos van a estar tronándose los dedos, porque el próximo viernes es viernes trece, día de mal augurio, en el que todas las calamidades pueden pasar en la vida de los seres humanos. Sobre todo en los paises sajones, la coincidencia de un viernes en el dia 13 del mes, es señal de que las cosas no van bien. Ante estas inquietudes me pregunto por qué los seres humanos somos tan supersticiosos. Como si las cosas no estuviesen más bien atadas a nuestra libertad y no al simple desarrollarse de las circunstancias. Otro día hablaremos de los horóscopos y las cartas, pero ¿saben porque el viernes trece es de mala suerte?
En viernes trece se combinan dos eventos que según esto serían señal de mala suerte. El viernes, fue el día en que murió Jesús, la gran tragedia de la humanidad, como diría Nietzsche: nosotros hemos matado a Dios. Y el trece, eran el grupo que formaban Jesús y los apóstoles en la noche del jueves santo: cuando juntas la muerte de Jesús en viernes santo, y lo mal que le fue a los discípulos de Jesús después de la cena de trece, parecería que hay que ponerse a temblar.
Pero hay dos cosas que podríamos reflexionar. Lo primero es que estos eventos no nos dejaron dos tragedias, sino por lo menos dos bendiciones: la bendición del amor de Dios hasta entregarse por nosotros y las palabras de Jesús que nos invitan a amarnos los unos a los otros.
Y lo segundo es que a esto no le podemos llamar mala suerte o mal augurio, sino una gran suerte, la suerte de que haya alguien que se preocupa por ti, y la suerte de que cada uno de nosotros esté invitado a preocuparse de los demás. Cuando llegue este viernes trece no nos asustemos, al contrario abramos más las ventanas de nuestro corazón porque la coincidencia de estos dos símbolos, nos invita a no conformarnos con un amor mediocre en nuestra vida. Y sobre todo no nos olvidemos de lo que dice esta conocida frase: ser supersticioso trae muy mala suerte.
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