viernes, 16 de julio de 2010

AY CARMELA, NO ME PIERDAS LAS LLAVES DEL CIELO

Ay Carmela, me duelen tus ojos, sembrando rastrojos, canela en la nieve. Como dos carabelas, tan pintas, tan niñas, tan leves. Y no sé de qué modo dejar de adorarte sin duelo entre nunca y quién sabe. Cuando quemes tus naves, no me pierdas las llaves del cielo.
(Joaquin Sabina)

Todos los nombres tienen significados, si el sonido nos gusta lo usamos, si nos resulta disonante lo rechazamos, por eso decimos que hay nombres bonitos o nombres feos. lo que cuenta es el significado que se aplica a la persona y el porqué se aplica a la persona. Que absurdo sería llamarse de una manera porque suena bien. los nombres más que recordar, deberían ser referentes para el futuro y la identidad de la persona.Hoy se recuerda a la Virgen del Carmen, santo de las que llevan este nombre en sus múltiples variantes: Carmen, Carmela, Carme, Carmiña, Mamen, Menchu, Lela, Carcar…

En nuestra cultura algunos nombres son ríos en los que varios afluentes forman un único caudal. Así sucede con el nombre de María del Carmen. Uno de los afluentes es un lugar de Palestina con raíces bíblicas, otro de los afluentes es una palabra latina referida a la música, y el tercero, es una tradición religiosa de la Iglesia Católica que se ha arraigado en el corazón de la gente, pues recuerda a María como la que está a nuestro lado en los momentos de tormenta, para ponernos a salvo en las dificultades.

El monte Carmelo da origen a la tradición, pues ahí se refugia el profeta Elías para defender la pureza del culto a Dios, frente a todas las idolatrías, de modo especial la idolatría al poder real. Carmel en hebreo significa JARDIN DE DIOS, lugar que Dios cuida. Todas las que se llaman Carmen tienen este regalo en su nombre: ser alguien especial por quien Dios vela como se cuida un hermoso jardín.

En la lengua latina CARMEN significa CANCION, música hermosa, con lo que el nombre viene a enriquecerse con la belleza de la música. Quien se llama Carmen lleva en su nombre la tarea de ser hermosa música en la vida de los demás y para Dios.

Finalmente, está la historia de los hombres y mujeres que se sintieron llamados a vivir la espiritualidad del Monte Carmelo: vida contemplativa, meditación de la Sagrada Escritura y trabajo. En ese monte, construyeron una iglesia, que dedicaron a la Virgen María, a quien veneraron como Nuestra Señora del Carmen. Son los Carmelitas de los que nacería Santa Teresa de Jesús. La Orden pasó a Europa, luego de su persecución en Tierra Santa, a manos del Islam. El 16 de julio de 1251, María se aparece a Simón Stock, y le entrega el escapulario, símbolo de la devoción carmelitana. En esa revelación, María prometió liberar del Purgatorio, el sábado siguiente a la muerte y llevar al cielo, a quienes hayan llevado el escapulario durante su vida. Por eso, la devoción a la Virgen del Carmen se extiende a quienes atraviesan alguna dificultad grave, y de ahí que los marineros la hayan tomado como su Santa Patrona.

Para quien se llama Carmen hay tres tareas, la primera, ser agradecida por todos los cuidados que Dios tiene con ella, como con un hermoso jardín. La segunda, hacer de la vida un canto hermoso por la bondad, el amor, la generosidad… y la tercera, la de ser refugio de quienes se encuentran en necesidad material o espiritual. La verdad es que es precioso llamarse Carmen.



2 comentarios:

Octavio Segura Nava dijo...

Que interesante información y qué bonito me suena ahora el nombre de Carmen.

Anónimo dijo...

Yo me llamo Carmen y mi mamá siempre le tuvo mucha devoción a esta advocación de María y me la transmitió, siempre me he sentido muy protegida y me encanta llamarme así, le puse a una de mis hijas Teresa del Carmen, nombre que no le gusta mucho porque dice que sus compañeros le comentan que tiene nombre de monja...yo más bien creo que ha sido bendecida. Le voy a leer el artículo para que conozca mejor el significado
¡¡Gracias!!