lunes, 3 de mayo de 2010

APRENDER LA LECCION

Estos días son días de fiestas importantes. La celebración de la fiesta del trabajo del pasado sábado, es un evento que nos recuerda la importancia que la historia tiene en la vida de los seres humanos. Conmemorar es volver a vivir, no un suceso, sino las consecuencias que ese acontecimiento tuvo en la vida de los seres humanos de su época y los seres humanos de la nuestra.
Sin embargo, la historia no siempre está llena de eventos felices, y por desgracia muchos de los incidentes que recordamos son, en su origen, situaciones en las que la humanidad ha fracasado para reconocer lo mejor de sí misma, y luego ha tenido que recapacitar. Es el caso de la celebración del uno de mayo, que nace no del reconocimiento de la importancia que tiene el trabajo y los trabajadores para la sociedad, sino de la muerte de unos trabajadores el uno de mayo de 1886 que luchaban por conseguir una jornada laboral más justa. Ciertamente, el origen de esta celebración estuvo ligado a una ideología totalitaria, como es el marxismo, pero la causa era buena.
Los seres humanos tenemos que darnos cuenta de que no podemos ignorar las cosas graves que pasan a nuestro alrededor. No podemos volver la cabeza una y otra vez fingiendo no ver. Hay que tener el valor de mirar y de poner los remedios que estén a nuestro alcance. La historia nos enseña que los hombres y las naciones nos comportamos sabiamente cuando hemos agotado todas las otras alternativas, dijo una vez ABBA EBBAN, un gran estadista judío, fundador del estado de Israel. Lo que sí es cierto es que las injusticias no se quedan escondidas, tarde o temprano tiene que restablecerse el orden que se había roto. Si esto lo aplicamos a nuestra familia o a nuestra sociedad, encontraremos el porqué de tantos dolores, tragedias, de los seres humanos. Encontraremos que lo que un día escondemos, acaba por salir, golpeando a los más inocentes, a los que no fueron causa de esos problemas. No dejemos de mirar a la historia que nos precede, pero sobre todo no dejemos de aprender de ella las lecciones que el pasado tiene para nuestro tiempo presente.

1 comentario:

Roberta dijo...

Todo tiene que cambiar para permanecer igual!

Animo, la esperanza va más allá del "igual".


Que buenas imágenes,

Le felicito!