domingo, 7 de febrero de 2010

CAPITANES DE NUESTRA ALMA

¿Qué harían cuando la única salida que se le ve a un problema es el desastre? No es fácil tomar decisiones en ese momento. Sin embargo, hay grandes hombres en la historia de la humanidad que no son grandes por las cosas que hacen, sino por las decisiones que toman. Es el caso de Nelson Mandela el presidente de Sudáfrica, puesto en las carteleras por Morgan Freeman en la película Invictus. Este film llega hasta las fibras más personales de quien lo contempla. Los problemas raciales, los odios, las dificultades económicas, los resentimientos por todo lo que injustamente se te ha quitado. Todo esto es visto en la película bajo una motivación: algo tengo que hacer. La historia de la copa de rugby es una parábola en la que encontramos enseñanzas para nuestra vida.
Pensemos en nuestro país con la difícil encrucijada política, social y económica en que nos encontramos. Pensemos en los millones de personas que, cada día, tienen que enfrentarse a la difícil elección de tomar un camino que saben que no es correcto para enfrentar a la pobreza. Pensemos en nuestros jóvenes a la hora de elegir un camino en la vida, más preocupados por el dinero que entrará en sus bolsas, que por los valores que entrarán en su corazón. Ante esto, tenemos la posibilidad de cambiar algo, de ir contra las apuestas que nos dicen que vamos a perder, contra todos los pronósticos que anuncian que ya no hay esperanza, que nuestra sociedad se dirige hacia un desastre. La enseñanza de la película es que lo que no podemos hacer es dejar en manos de la mala suerte nuestro destino. Como dice el poema que da el titulo a la película: no importa lo estrecha que sea la puerta, o cuan cargado de amenazas este el libro del destino, yo soy el dueño de mi porvenir yo soy el capitán de mi alma. TODOS PODEMOS HACER ALGO EMPEZANDO POR NUESTRA PROPIA CASA. TODOS PODEMOS SER INVICTUS, CAPITANES DE NUESTRA ALMA.
Out of the night that covers me, más allá de la noche que me cubre
Black as the pit from pole to pole, negra como un pozo de polo a polo
I thank whatever gods may be yo agradezco a cualquier dios que exista
For my unconquerable soul. Por mi alma inconquistable
In the fell clutch of circumstance en el cruel abrazo de las circunstancias
I have not winced nor cried aloud. Yo no me doblé ni grité fuerte
Under the bludgeonings of chance bajo los golpes de la fortuna
My head is bloody, but unbowed. Mi cabeza sangra pero no se dobla
Beyond this place of wrath and tears mas allá de este lugar de ira y de lágrimas
Looms but the Horror of the shade, aunque tejido por el horror de la sombra
And yet the menace of the years e incluso la amenaza de los años
Finds and shall find me unafraid. Me encuentra y me encontrará sin miedo
It matters not how strait the gate, no importa lo estrecha que sea la puerta
How charged with punishments the scroll, o cuan cargado de castigos este el libro del destino
I am the master of my fate: yo soy el dueño de mi porvenir
I am the captain of my soul. Yo soy el capitán de mi alma
(poema Invictus de William Henley)

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